24 de octubre de 2006

Amistad


Agradezco tu sinceridad,
todo el cariño que me das,
me hace saber que eres una amiga de verdad.
Por eso te digo de todo corazón
que eres como una hermana para mí
y que nunca te fallaré.
Nunca te mentiré
y siempre te ayudaré en todo.
Mi corazón siempre tendrá
para ti un lugar muy especial.
Y siempre agradeceré
el haberte conocido.

¡Te quiero mucho!




Suki

21 de octubre de 2006

Una vida sin sentido


La vida es muy monótona, cada día es igual que el día anterior y al día siguiente vuelves a vivir las mismas aburridas horas haciendo lo mismo. Levantarse temprano, dormida, cansada y deprimida. Te vistes delante del espejo observando tu horrible cuerpo, lo odias tanto que te encantaría destruirlo con tus propias manos y vuelves a la realidad cuando tu madre te llama. Desayunas y te vas caminando con las amigas al instituto. Ves que ellas van hablando y tu te quedas cayada, mirando para otro lado haciendo ver que escuchas. Llegas al instituto y estas toda la mañana ahi escuchando a los profesores que al final acabas harta de ellos, con ganas de matárlos o chillarles. Llega la hora del patio y otra media hora de falsedad haciendo ver que te lo estás pasando super bien, que estás super feliz y intentando entablar conversación con los amigos aunque te da la sensación de que no te hacen ni puto caso como haces tu algunas veces. Y más y más horas de cansinas horas de clase deseando que se acabe para llegar a casa y no hacer nada.

Al mediodía, después de acabar el instituto, llegas a casa y ya estan ahi tus padres rayándote: no hables tanto, come más, quedáte sentada, haz los deberes, estudia más, etc. Dan ganas de atar una cuerda en una biga, atarte con ella mientras estas de pie en una silla, tirar la silla y quedárte colgada hasta no poder respirar, pero admitámoslo, no hay narices para hacerlo. Entonces acabas de comer, te vas a la habitación, te sientas en la silla de tu escritorio y ahi te quedas toda la tarde pensando y pensando, sintiéndote sola. Te conectas al msn y aún suerte que te saludan dos o tres amigas que se preocupan, pero se van y te quedas delante del msn, nadie te saluda y si saludas te mandan callar, te ignoran o sólo son conversaciones superficiales. Te vuelves a quedar otra vez sentada, sin hacer nada, pensando lo monótona que es la vida, que no sirves para nada, que eres una gorda inútil y tonta, que no harás nada de provecho en la vida, que morirás sola y que tarde o temprano darás el paso definitivo. Haces los deberes pero tienes tan pocas ganas de vivir que ni siquiera los acabas o los haces mal, no tienes ganas de hacer nada. Te sientas en tu rincón, acurrucada, lees un libro o un cómic, te deprimes más, lloras, vuelves al msn, intentas saludar a alguien y te vuelven a enviar a la mierda. Más rincón, más lágrimas, más tristeza... todo el rato lo mismo.

Llega la noche y volves a la discusión con la familia, cenas, vas a tu habitación y te vuelves a sentar en el rincón pensando cosas malas de ti, pegándote en la pierna con odio. Estas tan cansada que te vas a dormir y deseas quedarte dormida para siempre y no volver a la realidad. Pero estas equivocada, vuelves a despertar al día siguiente y se te repite ese día monótono del que no puedes escapar. Tristeza, lágrimas y falsedad. Esa es tu vida. Una vida sin sentido alguno.



Suki - 21/10/06

4 de octubre de 2006

Trágica noche del baile


Y ahí estabas tú, mí querido Justin, te observaba desde el retrovisor del coche. Tú rostro rebosaba una cálida sonrisa, tus ojos brillaban de la gran felicidad que compartimos en ese hermoso baile que jamás olvidaremos. Esa danza con bellos sonidos que nos unió, pero no en cuerpo como nos pasaba normalmente, sino en alma. Conseguimos que nuestros corazones se tocaran aún con un leve roce de nuestros labios. Y te ibas alejando de mí después de despedirnos, ibas dando pequeños saltos cómo si fueras un niño con un juguete nuevo.

Lamentablemente en este egoísta y traidor mundo lo bello no tiene suficiente fuerza para mantenerse. Entonces fue cuándo le vi a él, a tú vil compañero de clase, a tú fiel verdugo que portaba en sus manos esa arma maldita. Con ella se acabó nuestra felicidad en el instante que dio contacto en tu piel. Por un momento me quedé mirando el retrovisor atónitamente, cómo si mis ojos no quisieran creerse lo que estaban observando y mí mente estaba en blanco. Cuando por fin reaccioné y vi que estabas tendido en el suelo, sangrando y sin moverte, la furia me dominó pero a la vez mí corazón se marchitaba al verte en ese estado. No pensé, sólo salí corriendo detrás de ese estúpido homófobo, agarré su arma y se la empotré con todas mis fuerzas, deseando causarle el mayor daño posible.

De mí boca sólo salían palabras vulgares como: ¡Cabrón!, ¡Hijo puta!, despedía toda la rabia que contenía en mí cuerpo. Corriendo fui en tu ayuda y al contemplarte totalmente inconsciente y pálido, todo mí ser se derrumbó, lágrimas amargas resbalaban por mis mejillas y me preguntaba porque las cosas buenas son siempre vencidas por las mayores crueldades de la humanidad… jamás sabré la respuesta.



El viaje al hospital fue eterno, los minutos pasaban muy lentos y no dejabas de sangrar. Se oía una débil llovizna mezclada con los sonidos ahogados de la sirena de la ambulancia, el cielo estaba llorando por ti. Acaricié tú frente, observándote tristemente con los ojos empañados en lágrimas y de repente observé en tú cuello ese pañuelo blanco que me había comprado hacía unas horas, ahora estaba empapado en sangre. Y recordé que había intentado hacer con dicho pañuelo… ¡Dios mío! Que estúpido fui, no pensé en ti en ese momento. Tarde me doy cuenta de mí grave error.


La ambulancia llegó al hospital después de los peores minutos de mi vida, te llevaron rápidamente a la sala de operaciones. A penas quedaban fuerzas en mí para mantenerme en pie, sólo poseía fuerzas para sostener el pañuelo que te regalé al final del baile.


Dejé caerme en una silla, mirando a la nada, sólo pensando en ti, en lo mucho que te amo y en lo doloroso que sería el mundo si tú murieras y me dejaras sólo. Y recé: ¡Dios mío por favor!, ayúdale, es lo que más quiero en la vida. Yo que jamás había llegado a experimentar el amor verdadero… no me hagas esto, no me quites a lo que más quiero.” Y allí me quedé, sentado, ahogado en lágrimas y dolor, con el apoyo de mí querido amigo Michael que siempre estaba junto a mí en los peores momentos. Desaparecían cada vez más rápido las esperanzas de poder volver a ver tu sonrisa, con esos dientes tan blancos, besar tus tiernos labios y entregarte una vez más todo mi cuerpo y amor. Despierta Justin, no temas, yo estaré junto a ti hasta el final, yo te defenderé. Te amaré para toda la eternidad. Despierta por favor…

Brian Kinney


Nota: Este texto lo he escrito yo, cómo todos los que publico, pero para los que no hayan visto la serie de Queer as folk este texto representa que lo ha escrito Brian dirigido a Justin.



Suki - 03/10/06

2 de octubre de 2006

¿Qué solución elegir?




Mira a tu alrededor y observa la realidad de la vida. Si continúas haciendo esas locuras llegará un momento en que la gente, incluso tus amigos, te tomarán por loca. Cúando ese momento llegue te quedarás completamente sola... Y entonces será cuando la soledad te amargue y con el tiempo la locura te dominará. Por eso, antes de que eso ocurra, piensa lo que haces, actúa con normalidad o falsea tu estado de ánimo, pero sobretodo, no dejes que te vean como eres en realidad. Si no puedes parar de hacer esas locuras... rodéate con una armadura invisible, tapa tu rostro con una máscara feliz y vive escondiendo tu verdadera naturaleza a todas las personas que te rodeen. Muestrales tu mejor sonrisa aunque en el interior te mueras de tristeza, llora de alegría aunque interiormente tu corazón este lleno de lágrimas amargas. Tu eliges: parar, volverte loca y sola o ser falsa. Sólo tu puedes elegir tu camino... ¿cúal es el correcto para ti?...



Suki - 02/10/06